La menor que había sido trasladada a Pergamino tras recibir un disparo de arma de fuego en el interior de su vivienda, finalmente falleció a causa de un paro cardiorrespiratorio traumático por consecuencia de la laceración y destrucción de su tejido encefálico.

Se llevó a cabo la autopsia y a continuación la entrega del cuerpo de la pequeña a su familia, su madre de 19 años y su padre de 22, a ambos quienes se les habría realizado la prueba de dermotest para chequear la presencia de pólvora en su ropa, ya que ambos habían alegado que se trató de un accidente doméstico. El fiscal Ignacio Uthurry le dio la libertad a su madre tras indagarla hace unas horas.

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