Por un lado, el juez Guillermo Burrone, del Tribunal en lo Criminal 1, condenó a cinco años de prisión a convicto de 33 años, por los abusos cometidos contra su propia hija y el robo con armas perpetrado en una agencia de loterías de la ciudad Colón. Por otra parte, condenaron a «un tranza» local por venta de estupefacientes en la zona.
En el aberrante caso del abuso sexual infantil, fue la propia niña, una menor de edad, quien logró identificar el abuso y denunciar a su propio padre, intervino como testigo una miembro del cuerpo técnico del programa “Sonriendo” de la Municipalidad de Colón para dar a conocer los padecimientos de la niña y así realizar el procedimiento conocido como «Cámara Gesell», utilizado en estos casos y el hombre fue fiñalmente condenado a cinco años de prisión a convicto.
En el caso de la venta de drogas, Patricio Antonio M. de 23 años, ha sido condenado a cuatro años de prisión por ser autor penalmente responsable del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización. El sujeto, convivía junto a su pareja en una vivida, la cual fue allanada, ubicada en Calle 62 de la ciudad, en la misma se hallaron cocaína, marihuana, plantas de cannabis y distintos elementos de prueba para sostener la acusación por infracción a la Ley de Drogas.
En la sentencia el juez Burrone condenó a Molina a cuatro años de prisión y le impuso una multa de 162 mil pesos. El magistrado del Tribunal en lo Criminal 1 dispuso que la totalidad de dinero secuestrado, que asciende 129 mil pesos sea destinada a la lucha contra el tráfico ilegal de estupefacientes, su prevención y la rehabilitación de los afectados por el consumo. Así resolvió que lo depositen en la cuenta «Laboratorios forenses/ requerimientos de otras jurisdicciones y Fondos decomisados y multas por orden judicial».
El fallo mantuvo el arresto domiciliario, con control de monitoreo electrónico, hasta tanto adquiera firmeza la presente sentencia.