La noche colonense, que debería ser sinónimo de encuentro, diversión y descanso, se ha transformado una vez más en escenario de peleas y caos.

En distintos puntos de la ciudad, jóvenes protagonizaron disturbios que dejaron como saldo escenas de violencia y preocupación entre vecinos y comerciantes.

Según testigos, los enfrentamientos se repiten cada fin de semana, generalmente a la salida de bares o eventos. “Empiezan con una discusión, alguien empuja, y de repente todo termina en golpes, botellas y corridas”, relatan quienes viven cerca de las zonas más concurridas.Los videos que circulan en redes muestran un patrón que ya resulta familiar: grupos de jóvenes alcoholizados, insultos, peleas que se trasladan a la calle y, finalmente, la intervención policial para dispersar.

Algunos de estos hechos se registraron incluso en avenidas principales, interrumpiendo el tránsito y generando temor entre quienes solo intentaban volver a sus casas.

Los comerciantes también sufren las consecuencias: vidrios rotos, destrozos y el miedo a que una gresca termine dentro de sus locales.Lo más alarmante, dicen los vecinos, es la frecuencia con la que ocurren estos episodios. Las peleas parecen formar parte del paisaje nocturno, al punto de que muchos ya las esperan.

El consumo excesivo de alcohol y las rivalidades entre grupos son los detonantes más mencionados, aunque también se suman discusiones mínimas que escalan rápidamente por la falta de control y el clima de euforia generalizado.

Cada fin de semana deja imágenes parecidas: corridas, sirenas y jóvenes lastimados en plena calle. La sensación que domina a los vecinos es la de estar atrapados en una película que se repite una y otra vez, sin final feliz.

Casos Policiales.